E
l pasado mes de mayo tuvieron lugar dos
E
ncuentros de tipo asa
m
bleario de
m
ovi-
m
ientos de nuestro ámbito del Cristianismo de Base. El primero de ellos, en Madrid,
del 17 al 19 de mayo, el VIII Encuentro de REDES CRISTIANAS, sobre el tema:
«Las desigualdades: desafíos y propuestas», y el segundo en Gijón, los días 24 y
25, el XXXIII Encuentro de Cristian@s de Base de Asturias, sobre el tema:
CRISTIAN@S POR LA LAICIDAD.
Queremos recordar la motivación de quienes se reúnen y participan en este tipo de
asambleas. Los motivos tienen un claro significado de reivindicación social:
igualdad
,
laicidad
…
pero la
m
otivación
,
el i
m
pulso, viene expresado por el título de “
cristiano
”
de los colectivos que se movilizan. Es decir, se pretende comunicar que viene del
Evangelio la inspiración por la toma de postura progresista de esos colectivos de
Cristianos de Base sobre la problemática social.
Siendo así, no puede dejar de causar extrañeza la escasa participación, la precariedad,
de lo que organiza esta gente. Pues lo “
cristiano
”, en teoría, en nuestra sociedad tiene
notable implantación. Son muy numerosos en nuestro país los templos católicos, y no
faltan ta
m
bién los de otras confesiones cristianas
. E
n la reciente festividad del
Corpus
Christi
se vieron en muchas ciudades y pueblos solemnidades y procesiones que se
suelen calificar como “fervor religioso”. Se quiere asignar ese título también a otros
actos de claro significado político como los rosarios que se rezan ante la sede de un
partido político, en la madrileña calle Ferraz.
S
e trata
,
en este caso, de colectivos que también se definen co
m
o
“
cristianos
”
pero que se
caracterizan por otro tipo de actitudes
,
otro enfoque de su actividad social
. E
s evidente
que existen maneras contradictorias de establecer la relación con Dios. Las posturas
contrapuestas se evidencian sobre todo en relación con la proble
m
ática social
. V
i
m
os
que el
C
ristianis
m
o de
B
ase es
m
uy sensible sobre la situación de los
m
arginados
,
los
explotados
,
los expoliados
,
los parias de la
T
ierra, la desigualdad de género
…
P
or el con-
trario, el cristianis
m
o que podría
m
os lla
m
ar
“
tradicional
”
desprecia esa problematica
,
o
m
ás bien se distingue por su rechazo a los in
m
igrantes
,
a la igualdad de género
,
a la
tolerancia a los diferentes, y su completa identificación con el injusto sistema social
dominante, generador de desigualdad.
E
sta
m
os, pues
,
ante dos tipos de cristianis
m
o diferentes
. A
quienes nos defini
m
os co
m
o
“
cristianos
”
nos interesa aclarar lo que postula el
E
vangelio
. T
odos los que asu
m
i
m
os ese
título pretende
m
os estar respondiendo a una lla
m
ada de
J
esucristo
¿P
ara qué nos convoca
J
esús
,
el
C
risto
?, ¿
para rezar rosarios con o sin intencionalidad política
?, ¿
para sole
m
nes
actos de
“
fervor religioso
”
co
m
o las sole
m
nidades del
C
orpus
C
hristi
o las procesiones de
S
e
m
ana
S
anta
?, ¿
para ese tipo de religiosidad que se vive y se
m
aterializa en los te
m
plos
?,
¿
para prácticas sacra
m
entales a las que se atribuye una función de santificación per-
sonal y de adquisición de méritos para la vida eterna?