fuerzas políticas de la extre
m
a derecha: fuertes partidos como el de Le Pen en Francia,
gobiernos co
m
o el de
O
rban en
H
ungría
, M
eloni en Italia
… m
ás reciente
m
ente la victoria
electoral de
M
ilei en
A
rgentina
… F
ueron
m
uy significativas a este respecto las reacciones
populistas que tuvieron lugar en
EE.UU.
y Brasil tras las derrotas electorales de Trump
y Bolsonaro respectivamente. Y también en nuestro país, en la madrileña calle Ferraz,
desde la constitución del actual gobierno de Izquierda. Esto no ocurre por casualidad,
obedece a una estrategia planificada a nivel global en beneficio del sistema de domi-
nación i
m
perante para hacer frente al agrava
m
iento de una proble
m
ática y una conflic-
tividad que ya se están manifestando. La estrategia postula fomentar el declive del
prestigio de las instituciones democráticas, lo cual pasa por la deslegitimación de las
fuerzas políticas de Izquierda, la criminalización de las diferencias políticas y la
conversión del ataque a los adversarios en un espectáculo televisivo.
Todo ese proceso persigue una finalidad que beneficia a las clases dominantes en
perjuicio de las masas dominadas. ¿Cómo consiguen aquellas el apoyo, electoral y de
violenta
m
ovilización
,
de personal que va a ser perjudicado por la política que apoyan
?
E
l procedimiento consiste en aglutinar a masas populares en base a algún elemento
identitario que puede variar según el colectivo que desea captar: religioso, lingüístico,
clasista, nacionalista, machista, rechazo a ciertos tipos de sexualidad… pero siempre
también, y, sobre todo, étnico, racial, xenófobo. Y precisamente esto nos lleva a la
verdadera finalidad u objetivo del colectivo reaccionario que se está generando. Si el
factor que provocó la aparición de los fascismos del siglo pasado fue la Revolución
Rusa y la creación de partidos comunistas con igual vocación en otros países, el
actual auge del fascismo es una movilización contra otro tipo de evolución social que
ya se percibe y que se agravará en un futuro próximo, concretamente el masivo éxodo
migratorio provocado por el cambio climático.
En América Latina y en amplias zonas africanas los impactos del cambio climático se
harán sentir al mismo tiempo que la precariedad económica que se agudiza. Terri-
torios costeros con ciudades y terrenos de cultivo son muy vulnerables a la subida del
nivel del mar y la proliferación de tormentas cada vez más intensas. Algunas zonas ya
sufren con frecuencia inundaciones que obligan a miles de personas a abandonar sus
hogares. Se pueden perder amplias áreas urbanizadas. El retroceso acelerado de los
glaciares reducirá la disponibilidad de agua. Otras zonas sufrirán sequías que afec-
tarán la producción agrícola y ganadera. Sequías en algunas regiones y grandes inun-
daciones en otras serán, están siendo ya, consecuencias de un cambio climático que se
va intensificando paulatinamente.
Y paulatinamente también las fronteras de los países desarrollados sufren la presión
de los migrantes que huyen de condiciones climáticas insoportables en sus países de
origen. Esta situación se incrementa y tiende a agravarse con el paso del tiempo. Los
actuales problemas migratorios son sólo un anuncio de lo que puede llegar a produ-
cirse si no se toman medidas para afrontar el cambio climático. Se prevé que en los
próximos cincuenta años grandes franjas del mundo tropical serán totalmente inhabi-
tables. Millones de personas morirían y otros millones más huirán con destino a zonas
menos castigadas, desestabilizando a los países receptores.