Contando con la ignorancia del personal
E
l Sínodo sobre la Sinodalidad que atrajo nuestra atención durante casi cuatro años,
finalizó el 27 de octubre de 2024. La versión en español del Documento Final,
elaborado y aprobado por la
XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo
puede verse
en la dirección de Internet: https://www.synod.va/content/dam/synod/news/2024-10-
26_final-document/ESP---Documento-finale.pdf
Sin entrar en análisis y balances del proceso sinodal, que por lo demás queda aplazado
o aparcado hasta el año 2028, queremos hacer unas consideraciones sobre un aspecto
del proceso que ya nos preocupó desde el principio y durante todo el desarrollo del
mismo, y que expresamos en varios números de este boletín.
Nos referimos al boicot o sabotaje que el proceso sinodal experimentó en sus fases
diocesana y continental por parte de amplios sectores del episcopado y de la jerarquía
eclesial en general. Ciertos obispos, algunos muy próximos a nosotros, han mostrado
resistencia o han intentado frenar el desarrollo del proceso sinodal. Esta oposición se ha
manifestado de diferentes maneras:
Resistencia Pasiva: Algunos obispos han minimizado la importancia del sínodo,
evitando promover consultas en sus diócesis. Se ha percibido falta de difusión y poca
motivación para que los fieles participen en el proceso. En algunos casos, las síntesis
diocesanas no reflejan realmente las opiniones de los fieles debido a una selección
restrictiva de participantes.
Cuestionamiento Doctrinal y Críticas Públicas: Obispos y cardenales de sectores más
conservadores han expresado preocupaciones de que el sínodo pueda llevar a cambios
doctrinales inaceptables. Se han publicado cartas abiertas y declaraciones en contra
del proceso, argumentando que promueve una “protestantización” de la Iglesia.
Algunas figuras influyentes, como el cardenal Gerhard Müller y el cardenal Raymond
Burke, han denunciado que el sínodo puede debilitar la autoridad de los obispos y la
enseñanza tradicional.
I
ntentos de influir en la
A
genda del
S
ínodo
: A
lgunos prelados han intentado controlar el
ru
m
bo del sínodo
,
bloqueando ciertos te
m
as o favoreciendo posturas
m
ás tradicionales
.
S
e ha visto presión para evitar que temas como el papel de la mujer, la inclusión de
personas LGBTQ+ o la descentralización eclesial sean tratados con profundidad.
Obstaculización de la Implementación: Tras la primera sesión del sínodo en 2023,
algunos obispos han evitado aplicar las reflexiones y propuestas en sus diócesis
. S
e te
m
e
que
,
tras la publicación del
D
ocu
m
ento
F
inal
en
2024,
haya una falta de compro
m
iso
para llevar a la práctica sus recomendaciones.
E
l propio Documento Final reconoce la existencia de ese posicionamiento antisinodal
al que presenta eufemísticamente como: “Diócesis que hasta ahora han invertido
menos en el camino sinodal”.