¿Tiene sentido la persistencia del Foro GASPAR GARCÍA LAVIANA?
¿Tiene sentido la persistencia del Foro GASPAR GARCÍA LAVIANA? Es una
pregunta que nos podemos plantear en la actual situación del colectivo, una escasa
participación que contrasta con la gran asistencia que tenían nuestras reuniones en los
primeros años de la existencia del Foro. Cierto es que ya fallecieron bastantes de los
miembros iniciadores de este colectivo, pero otros muchos lo abandonaron quizá por no
ver clara la función y utilidad que pudiera tener.
Es hora, pues, de recordar los objetivos que inspiraron la creación del Foro y
motivaron a sus iniciadores. Todo colectivo organizado se constituye en función de
alguna misión u objetivo. La del Foro G.G.L. era, es, contribuir a mantener vivo el
recuerdo de Gaspar García Laviana y los valores que le motivaron: la justicia y la paz,
que en el contexto en que se desenvolvía se relacionaban con la Teología de la
Liberación y lo que ésta tenía de revulsivo en una Iglesia conservadora e integrada en el
sistema dominante. Esa misión sigue más vigente que nunca en la actual situación de la
Iglesia, en Iberoamérica y en el mundo en general.
El desánimo, pues, no ha de venir por falta de sentido u objetivo para la actividad del
Foro. Más probablemente puede deberse a un sentimiento de impotencia ante la
magnitud de la tarea y los escasos rendimientos de la actividad que podemos
desarrollar. Es muy humano y comprensible desanimarse si no se perciben los
resultados de la actividad que desarrollamos. Porque en realidad actividad que tuvo y
está teniendo el
Foro G.G.L.
incluso sin una gran cantidad de afiliados
. Y
sus
elaboraciones tienen cierta proyección al exterior
. A
parte de los actos de fin de curso
que teníamos antes de la pande
m
ia
,
la publicación de algunos libros
,
y la de algunos
artículos cuando la prensa nos los quiso aceptar
,
la actividad
m
ás regular y constante de
cara al blico es nuestra página de Internet, algunos de cuyos materiales son luego
reproducidos en otras páginas de la red.
Pero no es tarea nuestra el calibrar el resultado de nuestra actividad. Nuestra misión es
como la del sembrador que no puede conocer de antemano el resultado de la cosecha.
Nuestra misión es aplicarnos a la finalidad que el Foro se asignó. En este sentido hay
que hacer algunas aclaraciones. Lo de mantener vivo el recuerdo de Gaspar García
Laviana no es un fin en sí mismo sino un recurso para la realización de los objetivos que
le inspiraron. Es decir, si nos limitásemos a enfatizar la figura y la vida de Gaspar no
nos diferenciaríamos de tantas y tantas cofradías dedicadas al recuerdo de tal y tal santo
o santa. A unos/as los moviliza la figura de monseñor Romero y se fijan como objetivo
que se le beatifique y canonice. La figura que mueve a otros/as es la de Carlos de
Foucauld, Francisco de Asís, Ignacio de Loyola o alguno/a de tantos otros. Pero no
tenemos que perder de vista que todos esos santos fundadores de órdenes religiosas, y
figuras como las de Gaspar o Foucauld son sólo reflejos del verdadero modelo a imitar,
del único Maestro al que seguir: Jesús de Nazaret.
Otra aclaración que se debe hacer es que en nuestro entorno social la problemática
iberoamericana, que evoca la figura y la actividad de Gaspar García Laviana, lógica-
mente despierta mucho menos interés que la propia problemática de nuestra sociedad.
Ambas sociedades son víctimas del mismo imperialismo, y en ambas se manifiesta y se
m
aterializa el carácter reaccionario de una
I
glesia que vive de espaldas al
E
vangelio
,
pero
en cada ámbito geográfico se sufren y perciben formas concretas del impacto de esos
factores
. I
ndependiente
m
ente de lo
m
ucho que
G
aspar significa para la lucha de los pueblos
iberoamericanos para su liberación, su ejemplo y su compromiso pueden aportar
también mucho a la lucha que debemos hacer aquí, en la sociedad y en la Iglesia.
En la sociedad, nuestro Foro G.G.L. puede y debe explicar al público la naturaleza de
la relación, económica y militar, de las clases dominantes locales con el poder
imperialista a escala mundial. En la medida de nuestras posibilidades, debemos
concienciar, llamar la atención sobre el hecho de que se está impulsando un proceso de
degradación y pérdida de los derechos sociales: se pretende liquidar, se está liquidando
ya, la sanidad pública en beneficio de la privada, la enseñanza pública en favor de la
privada, el sistema de pensiones, el acceso de los jóvenes a una vivienda…
La misma degradación está experimentando el sistema político que se pretende hacer
pasar por “democrático”. La democracia tiene cada vez menos contenido; de hecho, hay
muy poco margen de diferenciación entre las fuerzas políticas que concurren en las
elecciones. Veamos: en su día un partido de la derecha política decidió, sin duda
presionado por la potencia imperialista, la integración de España en la OTAN. A ese
gobierno derechista le sucedió otro del Partido Socialista pero éste, sin duda presionado
por la misma potencia imperialista, no sólo no anuló la integración en el Pacto Atlántico
sino que hizo todo lo posible por legitimarla con un referéndum a favor de la
permanencia. Aunque no se respetaron las condiciones bajo las que se pedía el a la
OTAN (no integrarse en su estructura militar), los sucesivos gobiernos de diverso signo
que siguieron hasta ahora, todos sometidos resignadamente a la potencia imperialista,
no hicieron nada para cambiar esa situación, y alguno de ellos incluso envió tropas de
nuestro país para participar en una de las guerras que la potencia imperialista tenía por
el mundo. Está claro que sea cual sea el partido que gane las elecciones en España, el
tema de la OTAN es intocable.
Es intocable también, sobre todo, el tema del sistema económico. La forma en que se
organiza la economía mundial está especialmente diseñada a favor de quien controla los
medios de producción, el capital. En las actuales circunstancias los gobiernos nacionales
tienen muy poco poder para oponerse a los intereses de las grandes corporaciones
transnacionales. Los empresarios pueden trasladar sus factorías a lugares que les
resulten más rentables y cotizar en países de baja fiscalidad. Los pueblos, entre ellos el
nuestro, sufren las consecuencias de esas formas de organización, la militar y la
económica. Actualmente, con un conflicto militar en Europa, los compromisos militares
de nuestro país lo ligan a una estrategia nefasta que está ocasionando daños en la
economía y que puede conducir a la implicación en una guerra que se agrava.
Esta situación es reversible lo si el pueblo toma conciencia de la problemática y
asume su rol protagonista para afrontarla. Tal cosa no puede ocurrir en el estado de
ignorancia en la que se le mantiene. Gaspar vivió en Nicaragua un proceso de toma de
conciencia popular y se involucró en él. Tal es el rol que el Foro debe asumir en nuestro
entorno. No se trata de promover una actividad guerrillera; es evidente que estamos en
una lucha cultural
,
ideológica
,
si se la quiere lla
m
ar así
. P
ara i
m
pedir la for
m
ación de una
conciencia crítica en las clases populares
,
el siste
m
a do
m
inante se vuelca con todos los recursos
de su potente aparato ideológico, planes educativos e informativos que excluyen el
conocimiento de la historia, la economía, la realidad social de base clasista...
P
ero nos interpela
,
sobre todo
,
el hecho de que entre los instru
m
entos del aparato ideogico
del siste
m
a juega un papel
m
uy i
m
portante la
I
glesia
,
nuestra
I
glesia
,
con la influencia que
aún puede ejercer sobre la gente
. T
a
m
bién con esta realidad se tuvo que encontrar
G
aspar
en Nicaragua, y nuestro Foro fue precisamente un factor de atracción e interés de gente
consciente de ese problema. Por extraño que parezca, la inmensa mayoría de los fieles
laicos de esta Iglesia y gran parte del clero ignora que se da una contradicción total entre
el espíritu y la enseñanza de Jesús que el Evangelio nos transmite y el mundo que nos
toca vivir. En nuestro entorno del Foro G.G.L. no es necesario explicar que Jesús
definió su misión como la transformación de esa realidad mundial en lo que él llamaba
el Reino de Dios, y que llamó o convocó a sus seguidores para proseguir esa tarea.
Si la institución eclesial se hubiese dedicado a cumplir fielmente ese encargo no sería
necesario
un
Foro
co
m
o el nuestro
,
ni una
T
eología de la
L
iberación
,
ni concilios
,
ni
nodos como el actual
… P
ero se da la desgraciada circunstancia de que la Iglesia no está
transmitiendo el mensaje evangélico de Jesús de Nazaret. Quien se siente interpelado
por el encargo del Maestro y busca la asamblea de sus seguidores en las celebraciones
eclesiales, se encuentra con que allí sólo hay una religiosidad del tipo que Jesús
despreciaba: culto formal y ausencia de compromiso por mejorar el mundo. Cómo se
llegó a esa situación puede ser objeto de nuestro estudio. A fin de cuentas un foro es
eso, un marco de investigación y debate. Pero lo que más interesa debatir es cómo
actuar en el mundo para que se realice el proyecto de Jesús. He ahí una tarea, un
co
m
etido que justifica la existencia de un colectivo co
m
o el nuestro
. S
i el
Foro G.G.L.
es
incapaz de asu
m
ir esa
m
isión
,
el
E
spíritu deberá suscitar otros protagonistas para realizarla.
Faustino Castaño
Gijón, 12 de abril - 2023