Nuestra voz
Organ°
de expresiOn de la AgrupaciOn de ACERALIA del Partido Comunista de Asturias
Ntimeru 61
Ado VI
Noviembre 1998
Cinco afios despues
Con este namero de
Nuestra voz
se inicia el sexto
alio de la publicacian de este boletfn. Hace justa-
mente cinco afios publicabamos su primer namero.
Por entonces parecla una osadfa iniciar algo rela-
cionado con el Comunismo, pues segan los ide6lo-
gos del capitalism° nos encontrabamos en el «fin de
la historia«. Con esa expresian querian significar la
victoria definitiva del sistema capitalista sobre las
fuerzas que pretendian superarlo. Les interesaba de-
jar claro que en lo sucesivo no habria ninguna posi-
bilidad de transformacian social en sentido socia-
lista, y que la lucha de clases habia concluido defi-
nitivamente en beneficio y con ventaja de los domi-
nadores de siempre.
Los acontecimientos ocurridos desde entonces nos
muestran que si bien se Ileg6 al fin de algo, la his-
toria continua sin embargo. En nuestro primer bole-
tin dedicabamos un artfculo a la situaciOn de Rusia,
donde hada pocas semanas que el Presidente Yeltsin
habia disuelto el Parlamento a cafionazos. Los que
no supieron ver en ese acto la falsedad de la de-
mocracia que pretendia representar ese senor, tienen
que contemplar hoy en ese pals y en el resto del
mundo el verdadero rostro de un capitalism° cada
vez mas salvaje y dean°.
Salvaje y dafiino se muestra tambien en los demas
pafses ex-socialistas de Europa Oriental, con alias
tasas de desempleo, corrupcion administrativay con-
flictos interetnicos.
Mientras, Mejico vive desde 1995 una crisis que
arruin6 so economfa. Uno de cada dos mejicanos en
edad laboral esta en el paro o subempleado en la
economfa sumergida. Habiendo seguido durante una
decada las instrucciones del
FM!,
Mejico privatiz6
la mayor parte de so sector public° industrial, se
abri6 totalmente a las inversiones extranjeras y des-
mantelo su agricultura para consumo interior. El re-
sultado fue que una ola de importaciones inund6 el
pals y las industrias cayeron en manos de las multi-
nacionales. Varios mi I lones de trabaj adores agricolas
perdieron sus empleos y el deficit comercial alcanz6
una suma colosal. El pals acab6 viendose sacudido
por disturbios politicos y revueltas campesinas, co-
mo la de Chiapas donde tampoco se enteraron de lo
del .fin de la historia«.
Otras victimas del
Fondo Monetario Internacional
y su esquema de econmfa liberal mundializada fue-
ron lo ex-tigres asiaticos, que viven una crisis finan-
ciera a la que no se ye solucion El rapid° desarrollo
industrial que experimentaron favoreci6 solo a unas
elites locales en perjuicio de la mayoria de la po-
blacion, que reacciona con malestar como se eviden-
cia en los continuos disturbios en Corea del Sur y
las revueltas como la que pudieron fin al regimen de
Indonesia hace pocos meses.
Incluso en los pafses altamente industrializados y
desarrollados, el capitalism° del nuevo orden mun-
dial se ensafia con los trabajadores, que ven desapa-
recer el empleo fijo en favor de forrnas de empleo
precario y a tiempo parcial, cuando no el paro, asi
como el deterioro de los seguros de enfermedad,
desempleo y ayuda familiar, disminucian salarial y
del period° de vacaciones... Mientras, crecen las
diferencias entre los ingresos de los mas privilegia-
dos y la gran mayorfa de la poblaciOn asalariada.
Directivos empresariales son altamente retribuidos
por rebajar las plantillas mandando miles de traba-
jadores al paro y disminuir los salarios de los que
conservan su puesto de trabajo.
En un mundo sometido a tales desequilibrios y tal
desorden econamico-social, los comunistas somos
una necesidad histarica; si no existiesemos seria
preciso inventamos. A pesar de los errores que co-
metemos, como cualquier colectivo organizado que
emprende algo, representamos la esperanza humana
sobre una sociedad mas justa. Cuando alcancemos
un Orden social sin explotacian entre las clases so-
ciales y los pafses, sera, no el fin de la historia, sino
el de la prehistoria, y el comienzo de la verdadera
hi storia humana.