El Comité Central de nuestro Partido Comunista de Asturias en su reunión del
día 9 del pasado mes de enero estudió la problemática de la minería y la
empresa pública en España y su especial incidencia en Asturias. El documento
aprobado en esa reunión, y del que se hizo algún eco la prensa de nuestra
región, empieza mencionando las declaraciones del Ministro Piqué por las que
vinculaba la creación de un fondo de desarrollo para Asturias al cierre a corto
plazo para la empresa HUNOSA, declaraciones que concitaron el rechazo de
las fuerzas políticas, sindicales y sociales asturianas. Este rechazo obligó al PP
a desvincularse de las declaraciones de su ministro y a canalizar la
contestación mediante la apertura de la negociación con los sindicatos mineros
sobre el futuro de la minería y la reindustrialización de las cuencas y al
desarrollo de contactos con el Gobierno asturiano en relación a los fondos de
desarrollo para nuestra región.
E
sto tiene lugar en el contexto del inicio de la
negociación entre el
M
inisterio de
I
ndustria y las compañías eléctricas en relación al Protocolo eléctrico que en
principio contemplaba la reducción paulatina de las ayudas al carbón propio
condenando al cierre al 80% de la minería española y por tanto al desplome
econó
m
ico de las co
m
arcas y regiones afectadas
. P
or otra parte el contenido de los
contenidos anti
-
carboneros de dicho protocolo eléctrico junto con las tradicionales
suspicacias por parte de la minería privada hacia la pública provocó en las
empresas y comarcas mineras leonesas, traumatizadas por recientes ajustes
mineros, una fuerte movilización de los trabajadores en la que participó el
conjunto social de dichas comarcas. Cabe hacer una reflexión sobre la
necesidad de evitar el aislamiento de la movilización con un mayor esfuerzo
solidario en el conjunto del sector y entre las comarcas y regiones mineras.
Ante la contestación que suscitaron sus propuestas, de nuevo el Ministerio se
vio obligado a dar marcha atrás retrasando la firma del Protocolo eléctrico y
modificando su contenido en favor del carbón propio y del mantenimiento de
todas las ayudas previstas para este año 1997, si bien esta nueva respuesta del
Ministerio no logra despejar todas las dudas de los mineros leoneses.
A pesar de nuestro esfuerzo para lograr una coherencia y coordinación de
acciones en los sectores y territorios implicados, hemos de reconocer nuestras
debilidades orgánicas y de orientación política, particularmente en el
sindicalismo minero, y también hemos de valorar las contradicciones que se
producen, incluso en Asturias, entre la minería pública y la privada y sus
repercusiones en las cuencas mineras y entre los espacios de negociación y
presión para la reindustrialización de las comarcas mineras y su
compatibilidad con la negociación y movilización social y política para la
reindustrialización de Asturias.
El futuro de la minería asturiana pasa por: una política energética estatal que
contemple un código de ayudas que responda a los objetivos de favorecer el
empleo de recursos mineros propios y la defensa de la presencia del Sector
Público y el mantenimiento de los empleos; la planificación concertada a largo
plazo del sector
m
inero y su diversificación hacia nuevos usos del carbón y la
minimización del impacto ambiental; consolidación y diversificación de las
empresas mediante mejora de la gestión, capitalización y gastos financieros
así como modernización y racionalización del proceso productivo; mejora de
los sistemas de seguridad e higiene en el trabajo y de formación continua de
los trabajadores con participación sindical en su realización.
Todo ello es contemplado por nuestro Partido encuadrado en el contexto de
una estrategia de reindustrialización global para Asturias. Rechazamos la
fórmula tradicional de negociar el ajuste empresa a empresa. Tampoco
podemos asumir en la negociación en cada empresa la noción que en ajustes
anteriores limitaba el efecto no traumático de los excedentes contra una
reducción drástica del tejido industrial y de la capacidad productiva.
El PCA, desde su practica en el M. Obrero, se propone desarrollar una
iniciativa social y política contra la ideología y las prácticas privatizadoras,
que promueva la cohesión entre organizaciones sociales, en el seno de las
e
m
presas y entre la ciudadanía a nivel local y de
A
sturias
,
a sabiendas de que nos
encontramos con diferentes formas e intensidades en los procesos de
privatización a los que responder con la defensa del sector público, pero
también con alternativas a sus deficiencias de gestión. Para ello hemos de
promover la articulación, particularmente en el movimiento sindical, así como
de colectivos y asociaciones locales y sectoriales, en defensa de lo público y
de la reindustrialización. Se trata de ser conscientes nosotros y de hacer
consciente al conjunto del movimiento obrero (mineros, siderúrgicos,
trabajadores del naval...) de la imposibilidad de lograr el objetivo
imprescindible de consolidar sus respectivas empresas sin una estrategia que
implique en la iniciativa política y la movilización al conjunto de la sociedad
asturiana. Y se trata también de hacer consciente a la sociedad asturiana que
no es posible la modernización del tejido económico asturiano ni la
reindustrialización de Asturias sin la solución a la problemática de los sectores
industriales en crisis.
Es este presente de crisis y desarticulación social, política y cultural, el
principal enemigo de la imprescindible unidad de fuerzas en un mismo sentido
que hoy son vitales para Asturias y su reindustrialización. Un presente en el
que como consecuencia de la pérdida paulatina de horizonte transformador,
divergen las estrategias en el mismo seno del movimiento obrero y sindical.
Un presente en que se abre paso en el seno del movimiento obrero la campaña
conservadora del agravio comparativo entre los trabajadores del sector público
y los del privado. Un presente que ante las dificultades de un proyecto global
para Asturias se refugia en el localismo más estrecho, y en el que cada grupo,
organización o institución, no pueden evitar a veces la tentación del
corporativismo, sancionado y alentado por un Gobierno incapaz de ejercer el
liderazgo de un proyecto común.
Para superar la negativa herencia del pasado y las dificultades del presente, la
estrategia de globalización que proponemos no puede ser un mero modelo
teórico, sino que requiere necesariamente integrar las distintas fuerzas que
tanto desde el movimiento sindical o desde los medios culturales y creadores
de opinión nos son imprescindibles. Requiere también la integración y la
síntesis de intereses diversos dentro de las distintas capas en la clase como
entre las diversas comarcas y del conjunto de Asturias.
El documento del C.C. del PCA termina definiendo las líneas de una
alternativa de reindustrialización integradora de los diversos intereses dentro
de la izquierda social y política, con aspiración de representar los de toda
Asturias. Una alternativa que sea coherente y fuerte en lo que s importa, su
credibilidad para los trabajadores, s allá incluso de los más directamente
implicados en el sector público o en las comarcas en declive. Una alternativa
de reindustrialización que propugne la definición de una estrategia industrial
activa, ambientalmente sostenible y territorialmente equilibrada, que debe
promover la planificación y concertación a largo plazo del desarrollo de
sectores industriales prioritarios como el agroalimentario, metalmecánico,
energético, etc. Una alternativa que formule un replanteamiento de la
estrategia industrial de las empresas públicas, que junto a la prioridad de su
consolidación se plantee la diversificación de sus actividades, y una mejora
sustancial y equilibrada de la provisión de infraestructuras (Variante de
Guadarrama y Pajares, Autovía del Cantábrico, potenciación de puertos,
culminación del Corredor del Nalón...) así como equipamientos y servicios
básicos, fomento de la investigación y el desarrollo tecnológico.