burguesía estatal. Sin negar la potencialidad y la importancia de tales contra-
dicciones, lo cierto es que la situación es bastante más compleja. La alianza
política formada por esas fuerzas, y que permitió la reciente investidura de Jose
Maria Aznar como Presidente del Gobierno puede resultar más estable y más
duradera de lo que a primera vista parecía. No se puede responder de una manera
simple a la pregunta de si tales fuerzas constituyen una alianza natural o coyun-
tural. En lo que se refiere a las relaciones del Gobierno central con las Autonomías,
efectivamente, el acuerdo alcanzado es un arreglo, un apaño todo lo oportunista que
se quiera. En ese sentido la alianza es sólo coyuntural; el PP, en su afán por
obtener los apoyos políticos necesarios para la investidura, tuvo que dejar muchas
plumas y hacer muchas concesiones de lo que constituye la concepción estatal
tradicional de la derecha centralista española.
Mas por otra parte es innegable la convergencia de intereses de las burguesías cen-
tral y nacionalistas frente a los intereses y las reivindicaciones de los trabajadores
y las clases populares. En este sentido la nueva alianza es mucho más coherente y
natural que la que posibilitó los anteriores Gobiernos de Felipe González.
Por eso pueden carecer totalmente de fundamento las esperanzas, expresadas por
algunos dirigentes del
PSOE
, de que se vaya a elecciones anticipadas a corto plazo y
que las gane ese partido. Los actuales gobernantes conservadores pueden consoli-
darse en el poder y beneficiarse en la siguientes elecciones de ese cierto porcentaje
de sufragios que en nuestro país se dirigen siempre a apoyar al poder establecido.
Así pues, todo indica que nos encontrarnos ante un dilatado período en el que
abundarán las medidas antisociales y restrictivas sobre desempleo, mercado
laboral, pensiones... profundización en la liquidación y privatización de las
empresas del sector público, recortes en los derechos sociales, etc. En política
exterior continuará el compromiso y la alianza con las fuerzas más reaccionarias
del planeta. El Gobierno de Aznar no oculta su intención de integrar a nuestro país
en la estructura militar de la OTAN, y se está produciendo ya un endurecimiento
en las relaciones con Cuba.
Es sobre este sombrío trasfondo que queremos evaluar las posibilidades de
progreso de las posiciones de Izquierda. Pero al hablar de las posibilidades de la
Izquierda hay que tener presente que, en todo caso, una recuperación del poder por
parte del partido que dirige Felipe González tampoco sería, en la práctica, una
victoria y un avance de la Izquierda. Bastante claro quedó eso durante los pasados
doce años de Gobierno socialista. Como Gobierno, los felipistas fueron práctica-
mente una expresión del poder de la derecha, y como oposición se aprestan a hacer
una oposición de opereta.
F
elipe
G
onzález y otros líderes del
PSOE
recuperan la chaqueta de cuero
,
el puño en
alto y el lenguaje de los desca
m
isados co
m
o ele
m
entos de la pose y el talante de