carácter social-peronista
a la resistencia de los sectores sociales perjudicados por el
proceso de privatización que él dirige y con el que se identifica. Todo esto retrata
sicológicamente a un enemigo de la clase trabajadora y sus conquistas y objetivos
sociales, entre los que se encuentra el control público de los medios de producción.
Poner a tal persona al frente de una empresa pública es como poner al lobo a
guardar el gallinero, y lo verdaderamente kafkiano es que esto haya sido hecho en
España por un Gobierno de un partido que se llama “Socialista” y “Obrero”.
M
uy en su papel de dina
m
itador del sector público
,
el
S
r. G. Hermoso tiene incluso
la osadía de intentar dar una justificación ideológica a su proceder. Así, en una
alusión que nos concierne plenamente, muestra su
...sorpresa por la defensa que en
los últimos años hacen los grupos políticos de izquierda del papel a desarrollar por el
Instituto Nacional de Industria, cuando dicho organismo fue creado por Franco en
1941
. Por la misma razón también podría querer cargarse la Seguridad Social,
establecida en este país también durante el franquismo y siendo ministro Girón.
El colmo del cinismo es querer pasar además por progresista liquidando unas
conquistas sociales, que son fruto de la lucha obrera de varias generaciones,
asignándoles un carácter que no tienen por la época en que fueron alcanzándose.
Con independencia de la forma y la época histórica en que las conquistas se vayan
concretando, elementos tales como control público de los medios de producción,
seguros sociales, y otros, son pasos irrenunciables de un largo proceso que ha de
cul
m
inar en una sociedad justa, sin explotación humana de ningún tipo. En el curso
de tal proceso, los individuos como García Hermoso y su jefe Felipe González,
representan hoy un obstáculo tan grave, aunque distinto en la forma, como el que
representaron en su día Girón y Franco. Si hace 50 años el objetivo prioritario de
nuestra lucha emancipadora era restablecer las libertades democráticas y los
derechos humanos, tan atropellados entonces, hoy vuelve a ser urgente la lucha por
la emancipación económica y la obtención de derechos sociales.
En esta lucha nos encontramos en la trinchera opuesta al Sr. García Hermoso y sus
padrinos socialdemócratas. Pues su objetivo no es sólo -con ser grave- la
privatización de la siderurgia pública, sino también la liquidación de gran parte de
ese sector industrial. En su intervención de los cursos de Verano de Ribadesella,
este señor se refiere a esa liquidación con el eufemismo de retirada ordenada de la
capacidad de producción y reducción de puestos de trabajo. A él puede parecerle
todo eso muy ordenado: nosotros lo consideramos un gran desorden y una gran
irracionalidad. Su papel y función de hoy es el totalmente opuesto al que
desempeñaron en su día creadores y emprendedores de la talla de Numa Guilhou,
Pedro Duro... Puede que él se sienta muy a gusto desempeñando ese triste papel.
Nosotros nos sentimos muy orgullosos de oponernos con todas nuestras fuerzas a
sus planes de liquidación ordenados o no.
Agosto de 1994